¿Qué es apego? ¿Por qué es tan importante?
¿Qué es el apego? Cuando hablamos de apego, nos referimos al vínculo emocional que desarrolla un bebé con sus padres o cuidadores principales.
Es especialmente importante durante el primer año de vida, pero no debemos olvidar que establecer una relación de apego saludable es un proceso contínuo. Sí, incluso durante la adolescencia (esa temida etapa), nos necesitan aunque no lo exterioricen.
El apego, no quisiera hacer hincapié en lo de «seguro» porque ni siquiera deberíamos plantearlo de otra manera, proporciona al bebé la seguridad emocional indispensable para un correcto desarrollo de la personalidad.
Fue el psicólogo John Bolwy, quien formuló la llamada Teoría del Apego, gracias a su trabajo en instituciones con niños privados de la presencia materna.
Una de las seguidoras de Bolwy fue Mary Ainsworth, que diferenció los tipos de vínculos existentes en tres tipos:
a) Apego seguro.
b) Apego ansioso resistente.
c) Apego ansioso elusivo.
Si queremos establecer un apego sano y que ofrezca seguridad al niño, el consejo principal pasa por escuchar sus necesidades, no negarlas ni achacar sus comportamientos y / o reacciones a un intento de manipular al adulto y, mucho menos, pensar que solo responden a un capricho momentáneo.
Puede ser que necesite de contacto físico, que tenga miedo, cansancio, incomodidad…no podemos quedarnos sólo con la idea de hambre/ frío/ calor/ sueño. Y mucho menos cuando nos estamos refiriendo a bebés, que ni siquiera son capaces de verbalizar sus emociones o necesidades.
Así que: cogerlo en brazos (no se malacostumbrará), dormir a su lado si eso lo tranquiliza (los adultos compartimos cama con nuestra pareja y nadie critica esa decisión, a pesar de no tratarse de una necesidad), escuchar, escuchar…esta etapa pasará y no habrá momento de volver atrás. Crecerán y luego no querrán achuchones, besos, ir de la mano por la calle, echarse la siesta en familia…así que aprovechar esas intenciones de comunicación de vuestr@s hij@s.
Y, sobretodo, tratarlos como os gustaría que lo hicieran con vosotros.
Una respuesta sensible, sabiendo interpretar sus necesidades, ayuda a establecer un orden psíquico, tan necesario en el desarrollo como una buena alimentación.
Dentro de la crianza con apego, podríamos destacar 8 principios fundamentales:
- Prepararse para la llegada del bebé, en positivo.
- Comprender y responder de forma sensible a sus necesidades emocionales (como comentábamos antes, no limitarse a las físicas).
- Lactancia materna, sin que ello suponga un lastre o una obligación (creerme, sino no se disfruta de esos momentos de conexión).
- Uso del porteo o, en su defecto, coger en brazos.
- Colecho, siempre y cuando se comparta el descanso de todos los miembros.
- Evitar separaciones frecuentes y prolongadas (algo complicado en este mundo frenético. Pero al menos optar por tiempo de calidad).
- Disciplina positiva. hay quien confunde esta idea con la total libertad para hacer/ deshacer. No, se trata de orientar al niño mostrando las consecuencias de sus actos, sin utilizar cachetes, silla de pensar, castigos/ recompensas…Suele parecer algo complicado, pero una vez se entra en la dinámica es todo más sencillo.